lunes, 5 de septiembre de 2016

GERARDO DIEGO

                                         GERARDO DIEGO  ( 1896-1987)


                                
Poeta y escritor perteneciente a la generación del 27. Nacido en Santander, estudió en la Universidad de Deusto. Desde 1920 fue CAtedrático de Lengua y Literatura española en Institutos de Soria, Gijón y, después de la guerra en Madrid.                                          

  Al estallar la guerra civil del 1936   tomó parte por el bando franquista. DEsde 11947 miembro de la REal Academia de la Lengua , recibió el Premio Cervantes en 1979 . 







A donde va cuando se va, la llama?

 ¿A donde se va cuando se va la llama?                               
 ¿A dónde va, cuando se va la rosa?
 ¿Qué regazo, qué esfera deleitosa,
 ¿Qué amor de Padre la alza y la reclama?

 Esta vez, como aquella 
 El Hijo ascendió al Padre en pura flecha.
Hoy va la Madre al Hijo derecha
al Uno y Trino, al Trono en su recinto.

Por eso el aire, el cielo, rasga, horada,
Profundiza en columna que no cesa,
Se nos va, se nos pierde, pincelada
De espuma azul en el azul sorpresa.

No se nos pierde, no; se va y se queda.
Coronada de cielos, tierra añora
Y baja en descensión de Mediadora,
Rampa de amor, dulcísima vereda.



QUIERO CREER

Porque, Señor, yo te he visto
y quiero volverte a ver
quiero creer.
Te vi, sí, cuando era niño
y en agua me bauticé,
y, limpio de culpa vieja,
sin verlos te pude ver.
Quiero creer.
Devuélveme aquellas puras
transparencias de aire fiel,
devuélveme aquellas niñas
de aquellos ojos de ayer.
Quiero creer.
Limpia mis ojos cansados,
deslumbrados del cimbel,                               
.


lastra de plomo mis párpados
y oscurécemelos bien.
Quiero creer.
Ya todo es sombra y olvido
y abandono de mi ser.
Ponme la venda en los ojos.
Ponme tus manos también.
Quiero creer.
Tú que pusiste en las flores rocío,
y debajo miel,
filtra en mis secas pupilas
dos gotas frescas de fe.
Quiero creer.


MARTA Y MARIA

Marta tenía razón
y la tenía María.
María, la mejor parte
y la menos buena -prisa,
humillación, tempestades
de alma que duda y trajina-
la menos buena, sí, Marta,
pero su parte tenía.
La razón no es corazón
aunque en habla de Castilla
se arrimen las dos palabras
a sonar casi la misma,
como el Pisuerga y el Duero
sumidos ya en Tordesillas.
El corazón no se parte
como la mente o la vida,
como la rueda de oficios
en el pozo o la cocina.
El corazón se da entero.
Entero lo da María.
Entero lo dará Marta,
pero en su afán distraída
tardará un poco en la entrega,
ella, la puntual, limpísima.
Activa en la tierra Marta,
María contemplativa
en unos ojos que el cielo
nos remueven cuando miran,
María quebrando el pomo
de alabastro en las rodillas
y redundando de aromas
gloriosos toda Betania
que a amor nuevo trascendía:
dos corazones enteros
y una razón compartida.
Y Lázaro entre dos muertes,
el varón que ya sabía,
sonreía a sus hermanas,
de pie en el rincón, enigma.







Poemas extraídos de www. devocionario.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario